domingo, 24 de abril de 2016

Mi mutante preferido, EGIL

Voy a presentaros a alguien que conocí hace poco tiempo, su nombre es EGIL

Egil es un mutante y cuando apareció en este mundo, en este país, en esta época, eligió este nombre de origen escandinavo que significa “el filo de la espada”, porque es así como se siente a veces, caminando por el filo de una espada, a veces a punto de caer al vacío y a veces sintiéndose más fuerte y preparado que los demás para enfrentarse a lo que le rodea. Cuando se mira al espejo observa que su apariencia física no es diferente a la de sus congéneres, pero él puede apreciar que hay una luz a su alrededor, una luz que se expande y no tiene fin, él está en conexión con todo lo que le rodea, con el Universo al completo. Viene del planeta Tierra pero a veces siente que algunas personas que lo habitan son muy diferentes a él.

Vive con sus padres y su abuelo que han llegado a este país de tierras lejanas buscando nuevas oportunidades. Según le explican a veces, esas nuevas oportunidades que buscan son especialmente para él, pero Egil todavía no tiene claro lo que eso significa. Sus padres le dicen que debe ir a la escuela y aprender, pero él piensa que podría aprender mucho mejor en otros lugares e intenta explicárselo a sus padres, decirles que necesita volar, necesita expandirse, convertirse en energía y llegar a todos los lugares del Universo donde será capaz de encontrar esas oportunidades de las que ellos hablan; que sólo así podrá realmente aprender. Pero ellos no llegan a comprenderlo, le miran con cariño y le dejan hacer, aunque Egil sabe que es capaz de hacerlo a pesar de que sus padres no lo comprendan.

También ha tenido esa sensación con alguno de sus profesores en la escuela; unos le escuchan y le ayudan a crecer, a volar, y otros le escuchan y le miran con la misma cara que reconoce en sus padres, pero no le entienden y simplemente lo dejan estar. Ellos piensan que es una cuestión cultural, que al venir de un país lejano y con una cultura diferente, sólo es cuestión de adaptarse a este lugar. Y es entonces cuando se siente en el filo de la espada, a punto de caer en el abismo, y piensa: “¿por qué no pueden ellos adaptarse a mí?”

Esta situación hace que nazcan en él deseos encontrados. A veces quiere adaptarse y hacer felices a sus padres, a su abuelo y a algunos de sus profesores, y así intenta ser “normal” y comportarse como ellos. Pero otras veces, cuando se junta con sus amigos, otros mutantes como él, e incluso con alguno de sus profesores y otros adultos que parecen ser también mutantes, le llenan la cabeza de locuras, como lo califican sus padres, y le hacen pensar que existe otra realidad, una en la que él puede desarrollar todas sus capacidades, volar, expandirse, encontrar respuestas en lugares ocultos y alejados, incluso en países que no conoce y aprender de personas que nunca ha visto. En definitiva, le hacen creer que puede estar conectado a miles y miles de kilómetros con las personas e incluso con las estrellas, y esto hace a Egil muy feliz, porque en el fondo de su corazón él sabe que no se trata de locuras, que él es capaz de hacerlo, que sólo necesita las herramientas adecuadas y lo conseguirá. Y lo mejor de todo ello, Egil piensa: “si yo soy capaz, ¿no lo seremos todos? Yo podría enseñar a mis padres y a otras muchas personas a volar y a conquistar el Universo; a aprender de él” y eso le hace todavía más feliz, poder ayudar a otras personas a aprender.

Pero Egil también tiene miedo, como el resto de los humanos, los no mutantes. Tiene miedo de no hacerlo bien, de defraudar a las personas que quiere y que lo quieren a él desviándose del camino que le han trazado, aunque sabe que no tiene por qué ser así, sabe que ellos podrían acompañarle en su viaje de aprendizaje por la vida,  pero ……

¿Será capaz nuestro querido mutante de mantenerse en el filo de la espada y seguir evolucionando con la ayuda de otros mutantes como él? ¿Y serán capaces entre todos los mutantes de provocar una revolución que ayude a los no mutantes a avanzar con ellos? …….

Sólo el tiempo nos lo podrá enseñar.

martes, 19 de abril de 2016

¿MUTANTES O SIMPLEMENTE ADAPTADOS?


De un modo demasiado simplista podemos decir que en la naturaleza las mutaciones están ocurriendo constantemente de una manera espontánea, y de la misma manera pueden revertir, desaparecer, si no confieren una "habilidad" especial para la supervivencia del individuo.

Yo creo que eso es un poco lo que le ocurre a nuestro MUTANTE. Ha ido adquiriendo una serie de habilidades que le permiten sobrevivir adaptándose al nuevo entorno. Todavía puedo recordar cuando contraté mi tarifa de datos en el teléfono móvil, a pesar de resistirme, porque me perdía todos los eventos por falta de información; era la “amiga cara” porque tenían que hacerme una llamada de teléfono por no estar en el grupo de whatsapp y al final me dejaban atrás o se olvidaban.

Para no perder la metáfora científica de las mutaciones en el ADN, no sé si yo muté y esto supuso una “ventaja evolutiva” o la necesidad me llevó a adquirir esa habilidad que luego se incorporó en mi ADN.

Lo importante de una mutación es precisamente que supone un CAMBIO, pero no un cambio de escenario, sino un cambio que supone un nuevo paradigma e implica la capacidad de desarrollar nuevas habilidades. Nuestros queridos mutantes deben, tienen la obligación, de aprovechar esta mutación, este cambio, para desarrollar nuevas habilidades. Se ha desarrollado la habilidad de la comunicación masiva, se ha cambiado la forma de comunicarse gracias a la tecnología, la forma de acceder al conocimiento …. etc, pero ese cambio sólo significa, de alguna manera, ampliar el círculo de interlocutores. Y no podemos quedarnos ahí, tenemos que sacarle más provecho a las mutaciones.

Hace años teníamos que almacenar el conocimiento en nuestra memoria y en los libros, lo que suponía un enorme tiempo de búsqueda, tanto en nuestro cerebro como en los soportes escritos para encontrar la información. Además ésta era mucho más reducida que ahora. Gracias a que tenemos la información y el conocimiento al alcance de la mano, incluso de un dedo, tenemos que despreocuparnos de eso y utilizar ese valioso tiempo en otros menesteres más productivos y que nos “confieran una ventaja evolutiva” para que la mutación no se pierda o revierta.

Nuestros mutantes tienen la ventaja de disponer de tiempo para desarrollar la capacidad crítica (hay demasiada información al alcance y no toda es rigurosa); la capacidad creativa; desarrollar una manera propia de entender las cosas utilizando su capacidad de raciocinio. Nuestros mutantes tienen que ser una especie en la que se imponga la LÓGICA, para que utilizando esa lógica puedan plantearse preguntas, tocar con su dedo mágico y conseguir información, y a la vista de esa información, utilizando sus cabecitas resolver con éxito el puzzle. Ya sea en la resolución de conflictos personales, de ejercicios de matemáticas o de cualquier cuestión personal o profesional que se les pueda llegar a ocurrir.

Los mutantes tienen que estimular al máximo su capacidad de pensar racionalmente, de desarrollar su espíritu crítico, para que se grave a fuego en su ADN.

lunes, 11 de abril de 2016

¿Qué producto cultural define mi acción docente diaria?


PRESENTACION

Amigos y amigas de este blog,

mi nombre es Eva y ahora mismo podeis encontrarme en Madrid. Me piden que os cuente mi relación con el mundo de al educación y no sé muy bien que contaros. Desgraciadamente esta relación es menor de lo que me gustaría, es una relación de amantes en la distancia. No me dedico a la educación profesionalmente, aunque en el terreno personal intento hacer todo lo que puedo.

Mis expectativas con el MOOC, de momento no son muy ambiciosas porque es mi primer contacto con ello y todavia estoy intentando "saber por donde ando", pero podré contestar a esta cuestión al final de este curso. La mayor expectativa en la actualidad es ser capaz de cumplir los objetivos y poder tener esta experiencia que seguro va a ser muy educativa para mi.

Continuará .......

Un saludo

Eva